Autor
Dr. Ezequiel J Zaidel
La prevalencia de insuficiencia renal crónica es elevada, uno de cada 7 adultos (en Estados Unidos), y tiene una correlación con la edad, siendo 40% la prevalencia en mayores de 65 años. Lo peor es que aproximadamente el 90% de los sujetos que tienen IRC no saben que la tienen. Las etiologías más frecuentes son de IRC son: Diabetes tipo 2 (30% a 50%); Diabetes tipo 1 (3,9%); Hipertensión arterial (27,2%); Glomerulonefritis primaria (8,2%).
Su característica asintomática, asociada con el incremento en la prevalencia de HTA y DM2 y la falta de tratamientos farmacológicos para tratarla (sólo era diálisis y trasplante por mucho tiempo) generaron este grave problema para la salud pública. La inhibición del sistema renina angiotensina con iECA y antagonistas del receptor de angiotensina 2 se transformó en una piedra angular para el enlentecimiento de la enfermedad, y más recientemente se reconoció al “escape de la aldosterona” como otro mecanismo que puede ser modulado por antialdosterónicos. Pero claramente esto no era suficiente, hasta que llegaron las gliflozinas.